Volver a documentar el nacimiento de un hijo para una familia que ya confió en nosotros es uno de los regalos más grandes que nos da la fotografía.

Fátima nos eligió por segunda vez para acompañarla en un momento irrepetible: el nacimiento por cesárea de su segundo hijo en el hospital. Una experiencia llena de emoción, ternura y vida.

Una cesárea también es un nacimiento lleno de magia, la espera en quirófano, el primer llanto del bebé, la mirada de mamá al ver a su hijo por primera vez, el primer contacto piel con piel.

Momentos reales, íntimos, que merecen ser recordados con la misma intensidad con la que se viven.

Nuestra forma de trabajar es discreta y respetuosa. No posamos, no interrumpimos. Solo observamos y capturamos la emoción tal como sucede. Así fue con Fátima: un relato visual sincero y lleno de verdad.