Era mi primera boda en Moratalla. Creo que volveré muchas veces más. Nos encantó el casco antiguo, tiene ese encanto y ese silencio de antaño que te envuelve y te transporta por sus calles empedradas. Antonio y Marisa se casaron rodeados de grandes amigos en un soleado día de abril.
Así comienza el resto de su vida juntos.