Las sesiones de preboda en la playa tienen un encanto especial, y si hay un lugar que lo potencia, es la playa de Calblanque. Sus aguas cristalinas, y su paisaje virgen la convierten en el escenario perfecto para una sesión de pareja. Enrique, un amigo de hace años, y Natalia, quien disfruta posando ante la cámara, vivieron aquí un reportaje lleno de luz y emociones.

 Decidimos comenzar la sesión poco antes del atardecer para aprovechar la hora dorada, ese momento en el que la luz es más cálida y favorecedora. Natalia, con su naturalidad y elegancia, se movía con soltura, mientras Enrique la miraba con complicidad. Capturar su conexión en este entorno fue todo un placer.

 Los reflejos en el agua, la brisa jugando con el vestido de Natalia y las huellas en la arena añadieron un toque especial a cada imagen. Fue una sesión espontánea, con risas, abrazos y miradas que contaban su historia sin necesidad de palabras.

 ¿Por qué hacer una preboda en la playa?

 Una sesión preboda es una oportunidad para relajarse ante la cámara y crear recuerdos inolvidables antes del gran día. Además, permite disfrutar de un momento único en pareja, alejados del estrés de los preparativos.

 Si estás pensando en una preboda en la playa, Calblanque ofrece un entorno espectacular. ¿Te gustaría inmortalizar tu historia en un paisaje de ensueño? Contáctanos y creemos juntos imágenes que perduren en el tiempo.