Jamás imaginé que se podía preparar tanto DIY con tantísimo esmero. Todas las manualidades que Laura preparó en sus ratos libres y que Lidia de Flovers supo organizar al detalle, dejaron a todos, incluidos nosotros, con la boca abierta. No sabría definir con una sola palabra a Laura, realmente necesita muchos adjetivos y todos buenos para describirla. Ella es diva, divina, perfeccionista, intensa, explosiva y devota de la Virgen del Rocío. Se me olvida presentar a Carlos, un hombretón más bueno que el pan y que además sabe hacer la colada
Intentaré no extenderme demasiado. Estuvieron un año preparando boda. Todo tenía que ser perfecto y así fue. Nos encontramos con una casa que ni en la Revista de El Mueble las he visto igual. Una novia con un camisón largo, un maquillaje natural y un pelo que sólo podía ser de la artista Fina Carpe. Un Atelier de Pronovias con un encaje exquisito, unos zapatos transparentes con stras también de Pronovias, un ramo de Flovers con la medalla de su virgen, el coche clásico y 2 ceremonias. Tenía que ser así. Se casaron en la Iglesia de Villanueva, construida por las manos del abuelo de Laura. Y después ceremonia civil entre amigos mucho más informal en La Herencia Celebraciones. Las lágrimas estaban aseguradas.
Súper cena y fiesta también en La Herencia, y entrega del ramo de novia a la que primero fue amiga y luego cuñada.
Cuando Laura nos planteó la idea de ir al Rocío nos encantó la idea. Nunca habíamos visitado Huelva y por supuesto no esperábamos que nos gustase tanto. La aldea de El Rocío nos tocó el corazón. Sus calles de tierra, sus casas blancas, sus caballos, sus marismas, la ermita… Parecía que habíamos retrocedido en el tiempo. Madrugamos mucho para aprovechar las primeras luces del alba. Fue un día increíble con mil sitios para disfrutar haciendo buenas fotos de postboda. Creo que todos disfrutamos como enanos con esta experiencia. Hacer fotos de boda en El Rocío tiene un encanto especial, además Laura es rociera y nos hizo de guía por Doñana. Desde el Puente del Ajolí por el que cruzan las hermandades hasta la aldea, hasta las dunas infinitas de Matalascañas.